"Y será la costa del mar pradera para pastores, y corrales de ovejas. Será aquel lugar para el remanente de la casa de Judá, allí apacentarán; en las casas de Ascalón dormirán de noche, porque Jehová su Dios los visitará, y levantará su cautiverio. Yo he oído la afrentas de Moab, y los denuestos de los hijos de Amón con que deshonraron a mi pueblo, y se engrandecieron sobre su territorio. Por tanto, vivo YO, dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que Moab será como Sodoma y los hijos de Amón como Gomorra; campo de ortigas, y mina de sal, y asolamiento perpetuo; y el remanente de mi pueblo los heredará" Sofonias 2. 6-9.
Esta palabra me la dio DIOS en un momento de tribulación y de desasosiego, en aquellos instantes en que somos puestos a prueba y siempre nos preguntamos ¿por qué a mí? ¿hasta cuándo?. Luego de leerlo y releerlo, me empezó a llegar una tranquilidad y una calma, y si bien la dificultad esta ahí latente, ya no era ese gigante insalvable, sino que se fue volviendo más y más pequeño.
Esa promesa DIOS se la dió a su pueblo cuando vagaba por el desierto y no tenía un asentamiento fijo, esa tierra que le fue prometida a ABRAHAM, JACOB, MOISES, JOSUE, hoy en día, esa costa del mar de la que habla el profeta, es parte de la nación de Israel y Ascalón es la ciudad que queda en esa costa, una de las más prosperas y de mejores tierras.
Pero, para nosotros, sus hijos de DIOS, que hacemos parte de ese pueblo elegido, qué significado tiene; pues esta promesa nos demuestra que si estamos con EL, que si le demostramos mansedumbre, obediencia, si andamos de su mano, nos hará prosperar y convertirá esa orilla del mar, terreno infértil y no apto para pastorear, en tierra fértil, rica, en donde podamos abonar y dar frutos para EL.
Nos habla que ese lugar será para el remanente de la casa de Judá, ¿quiénes?, aquellos que a pesar de las dificultades continúen firmes en su palabra, fortalecidos, creyentes en que solo EL nos puede librar de toda aflicción; y sin importar el tipo de dificultad, de desierto por el cual estemos atravesando, y sin importar que día tras día se hagan más grandes y creamos que son insalvables, sin importar en el gigante que se conviertan, EL nos las quitará de nuestras vidas, las asolará como lo hizo con Sodoma y Gomorra, para que no sigan siendo objeto de aflicción nuestra, para que obtengamos esa tranquilidad tan anhelada, y allí será cuando ese remanente de su pueblo, o sea, todos nosotros firmes en EL, heredaremos la tierra prometida - vida eterna-.
Por lo tanto, queridos hermanos, no te quedes en tus dificultades, no dejes que se conviertan en arena movediza y te sumerjas cada día más en ellas, por el contrario, aférrate al arma que te ha sido dada para vencer todo obstáculo y salir de esa tribulación, cuál?, LA ORACIÓN, mecanismo a través del cual tenemos comunicación directa con DIOS, y por medio de la cual nos fortalecemos para enfrentar el gigante que sea y derribarlo, para salvar el obstáculo que se nos interponga en nuestro camino en busca de la salvación prometida, a ese remanente que continúe fiel a su palabra, que le crea como el único camino, le será concedida esa tierra prometida a su pueblo.
Por lo tanto, NO desfallezcas, porque cuan grande sea el gigante, sea tu problema, tu aflicción, tu tribulación, aun más grande será la bendición que DIOS tiene para TI.
1 comentarios:
me gusta mami, realmente debemos estar de la mano de JESUS para no desfallecer.
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