domingo, 13 de marzo de 2011

SALMO: UNO

"Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas. Que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae, y todo lo que hace prosperará. No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento. Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos. Porque JEHOVA conoce el camino de los justos, más la senda de los malos perecerá"- Salmo 1. 4-6

DIOS nos da la promesa que todo aquel que anda en sus caminos, que hace su voluntad, que deja su vida en manos suyas, que ante cualquier situación por buena o mala que sea, siempre la deja en manos de DIOS para que sea su voluntad obrando en cada uno de nosotros; EL nos dice que para todos aquellos, que cumplen sus mandatos, no habrá corriente de agua, por fuerte que sea, que lo arrastre con ella, pues sus raíces son fuertes y bien plantadas, las cuales no permiten que el árbol sea desprendido la tierra en la que se encuentra aferrado.

Esa es la vida que nos promete DIOS, para todo aquel que haga su voluntad, seremos como ese árbol que cuenta con una raíz fuerte, firme, gruesa, que se halla asida al cuerpo de JESUS, que viene siendo esa tierra en la que se encuentra aferrado el árbol, si JESÚS es nuestra tierra, y del abono que nosotros le demos, depende la fortaleza de esa raíz.

Porque así como JESÚS nos dijo que en EL encontraremos descanso, igualmente nos prometió que con EL encontraremos la LUZ que nuestra vida necesita; y esa vida que obtenemos con su presencia en cada uno de nosotros, es como ese árbol, que se mantiene firme sin importar la corriente fuerte de sus adversidades, que por más daños que el agua crecida pueda causar en su corteza, permanece firme para seguir dando frutos para su sembrador, porque si no nos encontramos firmes en DIOS seremos como el TAMO, es decir, como aquellos árboles que tienen una raíz poco profunda y que ante cualquier corriente de agua e desprendida de la tierra y arrastrada por su aguas. 

Así debemos ser, mantenernos firmes ante las adversidades, las cuales así causen cicatrices en nuestros cuerpos no permitamos que lo haga en nuestra alma, que es nuestra raíz la cual debe aferrarse a JESUS, a su obra a su voluntad, y así dar los frutos para nuestro pastor, esos frutos devienen de nuestro obrar, de hacer una vida conforme la voluntad de Nuestro Padre, esos frutos que sean dignos de una vida de arrepentimiento a nuestra vida pasada, por eso los frutos son dejar de hacer lo que en nuestra vida pasada nos alejaba de DIOS, y que ahora andando en sus caminos nos permite abonar en otras vidas para que igualmente busquen a DIOS como su guía, y tenga esa vida diferente y buena que nos ha prometido.

DIOS dice que conoce nuestras vidas, por eso conoce al justo, a aquel que obra conforme sus mandamientos, justo es aquel que hace su voluntad, que ama a su prójimo como a su hermano, que ama a DIOS por encima de cualquier cosa, que no hace mal alguno, por aquel JESUS abogará ante su padre, y en nosoros está que seamos justos ante sus ojos, en últimas, los únicos ojos que pueden repudiar nuestros actos, pues no somos nadie para juzgar a nuestro hermano.

Permanece firme en JESUS, en EL encontrarás la fortaleza necesaria para derrotar tus adversidades.


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