sábado, 28 de enero de 2012

POR QUÉ DEBEMOS GUARDAR NUESTRO CORAZÓN?

"Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida". Proverbios 4.23

Siempre se ha dicho que el corazón es el órgano del hombre más importante, aunque científicamente se haya establecido que es el cerebro el órgano que tiene prevalencia sobre los demás, incluido el corazón.

Pero es que cuando se hace tal afirmación, de que el corazón es el más importante, es porque está ligado a nuestro manera de actuar, a nuestros sentimiento, y no porque se el órgano que da la orden, ya sabemos que es el cerebro que cumple esa función, sino porque en el corazón se teje otra relación en la que no puede actuar ningún otro órgano de nuestro organismo.

DIOS decía de DAVID que en él tenía complacencia porque tenía un corazón conforme a él, allí Nuestro Padre nos da las pautas de la principal función del corazón, la cual va más allá de su función fisiológica, y no es otra que la de permitir esa comunión con EL, DAVID lo hacía y por ello para DIOS no eran más importantes los malos actos de este rey de Israel que el verdadero sentimiento que desplegaba en su corazón, el cual estaba totalmente entregado a su obra.

De ahí que sea en el corazón en donde nosotros realmente entablamos esa comunión con JESÚS, cuando  decidimos acudir ante su presencia le abrimos la puerta de nuestro corazón para que habite allí, para que lo limpie de todas esas impurezas de las cuales está plagado, como la soberbia, la envidia, el odio, la ira, la deslealtad, la pereza, en fin, son innumerables los errores de los cuales estamos llenos y a los que empezamos a sacar de nuestras vidas cuando JESUS toma el control de nosotros, cuando se va adentrando más en nuestro interior, cuando esa comunión que decidimos iniciar, se va haciendo más ligada uno al otro.

Entonces, si en mi corazón habita JESÚS, razón tiene el pasaje del proverbio 4.23 cuando nos dice que de cualquier cosa, material o espiritual, guardemos nuestro corazón, porque en él habita JESÚS, quien es furto de vida, es la vid, es el camino, la verdad y la vida, nos dijo algún día, por eso del corazón mana la vida, porque JESÚS es fuente de agua viva, es pan de vida eterna, y por ello cuando JESÚS está en nosotros, habita en nuestros corazones, de nuestra boca solamente saldrán palabras de vida, palabras de aliento, palabras de ayuda, palabras de amor, palabras de consuelo, palabas de verdad, y nunca palabras de muerte, porque de lo contrario, si ello ocurriere, que de nosotros saliera palabras que hacen daño, como nos lo dijo JESÚS, no hace daño lo que comemos, sino lo que sale de nuestro interior, y ello ocurre cuando EL no habita en nuestro corazón, cuando nosotros nos hemos encerrado y no permitimos que exista esa comunión, la cual es necesaria para nuestra nueva vida espiritual, la cual nos da fuerzas para afrontar la vida material, la vida carnal.

Por tanto, debemos guardar nuestro corazón, en primer lugar, debemos permitir que JESÚS habite en él y tome el control del mismo, nos ayude a limpiarlo de las impurezas de la cual está lleno, tarea bastante difícil pero no imposible, y solo lo logramos con la perseverancia y el amor a JESÚS, y la mejor manera de guardarlo es no permitiendo que esa comunión no desfallezca, continúe firme, leal, fiel, que esa llama encendida en lugar de apagarse siga fluyendo con la misma intensidad que lo hace cuando es prendida por vez primera, y la mejor manera de hacerlo es con nuestros actos, con nuestra manera de hablar, de pensar, de tratar a nuestro prójimo, labor que no podemos realizarla solos y por tanto, necesitamos de esa fortaleza que JESÚS a través de su palabra nos da cada vez que acudimos a ella, de ahí que sea ese pan de vida eterna de la cual estamos necesitados y que requiere nuestro corazón para avivar esa llama que se enciende cuando iniciamos nuestra comunión con JESÚS.

Por ello, querido hermano, si ya has permitido que JESÚS habite en tu corazón, no permitas que esa llama se apague, no permitas que deje de alumbrar, no permitas que desfallezca, por el contrario continúe firme y dia tras día alimentala para que se fortalezca.

Y si aun no le has permitido entrar en tu corazón, nunca es tarde para ello, y date esa oportunidad, DIOS nos quiere a todos sus hijos y quiere para todos nosotros lo mejor, y cuando lo hagas te darás cuenta que habia una manera más fácil de llevar tus problemas, de salir de tus afugias materiales, y solamente te las puede dar JESÚS en esa nueva vida espiritual que EL nos brinda.

No te quites esa oportunidad de tener una mejor vivir, una mejor vida, y rompe tus paradigmas de una vez por todas, quitate la venda y acude a la presencia de la única persona, del único ser, de la única fuerza que te puede dar una vida mejor, una vida que tu te mereces,...JESÚS.

Un abrazo y que DIOS te siga bendiciendo.

0 comentarios:

Publicar un comentario