miércoles, 11 de julio de 2012

NUESTRA INSENSATEZ

Hoy leí en una de las tantas frases que a diario observo en alguna de las diferentes páginas que acostumbro visitar diariamente, en ella aparecía:

"le pedí a  DIOS que se llevara mi aflicción y mi dolor, DIOS, me dijo: no está en mí llevármelo, sino en ti entregármelo"

Esta frase encierra lo que muchas personas vivimos a diario cuando actuamos en nuestras propias fuerzas, y no dejamos que DIOS tome el control de nuestras vidas.

El en su palabra nos ha enseñado que "Es el camino, la verdad y la vida", es decir, nos indica el camino que demos adoptar, el cual no es otro que acudir ante su presencia, pedir de su dirección, pedir que tome el control de nuestras vidas y que sea el guía que necesitamos para afrontar los diferentes inconvenientes que vamos a encontrar en el diario vivir.

En su palabra nos habla:

"La insensatez del hombre tuerce su camino, y luego contra DIOS se irrita su corazón" Proverbios 19.3.

Es claro que en este pasaje DIOS nos quiere hacer ver el comportamiento que normalmente adoptamos en las diferentes circunstancias de nuestras vidas, en donde culpamos a DIOS por nuestras malas decisiones y en las buenas no sabemos darle el reconocimiento que se merece.

Y es que cuando nos habla sobre la insensatez como la causa para torcer nuestros caminos, es precisamente porque no entendemos cuál es el verdadero camino que debemos coger, o aún peor, a sabiendas de la existencia de ese camino, decidimos dejarlo a un lado y andar en nuestras propias fuerzas.

DIOS, es nuestro verdadero camino, EL a través de su palabra nos ha enseñado como debemos actuar, cómo debemos afrontar cada una de nuestras decisiones, EL nos ha dicho que siempre va a estar presente en nuestras vidas, sin importar la decisión que adoptemos en cualquier momento de nuestra vida, EL va a estar allí, para gozar con nosotros o para ayudarnos a salir de cualquier situación adversa.

Pero si en lugar de dejar que DIOS actúe en cada uno de nosotros, decidimos afrontar las diferentes facetas en nuestras propias fuerzas, claramente nos vamos a dar cuenta que ello es muy doloroso, muy difícil, pues a pesar de equivocarnos en una decisión, en lugar de acudir a su presencia, seguimos empecinados en dejar a un lado su sabio consejo y actuar conforme es nuestro sentir; siendo esta la insensatez que tuerce nuestros caminos, que nos aleja del verdadero camino que es DIOS, y nos conduce a dejarnos llevar por nuestros impulsos, por nuestro pensamiento, por un sentir totalmente alejado a lo que DIOS quiere para nosotros.

Pero no contentos con nuestro mal proceder, no contentos con dejar a un lado a DIOS, nos irritamos en su contra por nuestra mala cabeza, por nuestra tozudez, y le echamos la culpa de lo que nos pasa a nosotros, de nuestras malas decisiones le echamos la culpa, de lo malo le echamos la culpa.

Lo prudente sería reconocer que nuestro mal proceder es el causante de lo malo que pasa en nuestras vidas,  y precisamente el alejarnos de DIOS nos ha conducido a actuar en nuestras propias fuerzas y no dejarlo obrar en cada uno de nosotros.

Debemos salirnos de una vez por todas de esa insensatez que se ha sumido en cada uno de nosotros, debemos acudir al verdadero camino que no es desconocido para nosotros, pues todos sabemos de la existencia de DIOS, de que EL habita en cada uno de los corazones que lo dejan entrar a sus vidas, que EL nos ayuda a llevar de una mejor manera los diferentes obstáculos que se ciernen en nuestro diario vivir; no dejemos que nuestro mal proceder nos aleje de su presencia, pues EL es nuestro verdadero camino y ante quien debemos acudir para que podamos decir que quite de nuestras vidas el dolor y la aflicción.

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