domingo, 17 de febrero de 2013

EL HIJO PRODIGO

Como el hijo prodigo que regresa a casa luego de su ida, retomamos después de un largo silencio, el hablar de la palabra de DIOS para que sea alimento de nuestra alma y llegue a todo aquel necesitado de ella.

Entonces hablaremos del pasaje de JESÚS acerca de la parábola del hijo pródigo, y vamos a analizarlo no desde la óptica de la conducta desobediente del hijo que se va de su casa y vuelve arrepentido, sino de la conducta desatada por el padre, la cual, en últimas, conllevó a que su hijo se fuera, en Lúcas 15. 11:32 aparece:

También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos.Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. El le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos.Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. El entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.

Entonces tenemos que un padre tiene dos hijos y el menor le pide la herencia que le correspondía para el disfrutar de ella; este es el primer aspecto que vemos mal en el comportamiento del padre, la falta de autoridad en él conllevó a ese actuar de sus hijos, o a cuantos de nosotros los hijos nos bombardean a punta de peticiones a diario, primero son juguetes, luego ropa, luego un video juego, un celular, un computador, no hemos terminado de pagar el primero y ya nos están pidiendo otra cosa, si bien es cierto que debemos brindarle a nuestros hijos lo mejor y dentro de ello dar regalos, no es menos cierto que no se debe acceder a todos los caprichos de nuestros hijos, por el contrario hay que enseñarles el valor de cada regalo, el hecho de que debe ser ganado por ellos de su buen comportamiento y no producto de una rabieta, de igual forma se les debe hacer entender que no siempre hay que acceder a sus exigencias, es decir, se les debe enseñar que hay una autoridad en la casa y en es últimas quien decide como son las directrices a desarrollar en el hogar.

Por tanto el papá del hijo pródigo era muy seguramente como muchos padres que cumplen todos y cada uno de los caprichos de los hijos, conducta que en lugar de educarlos les crea una percepción errada de la vida, pues es más adelante, cuando afronten el mundo por su propia cuenta, en donde conocerán que no todo se obtiene con un capricho elevado al padre, de ahí que el padre debió haberse negado a acceder a la petición de su hijo, pero por qué lo hizo, y acá viene el segundo error del padre y de pronto el más grave, porque muy seguramente era su preferido, era el hijo menor y así como JACOB tuvo predilección por JOSE y luego por BENJAMIN, él también amaba más a su hijo menor, por qué decimos ésto, porque el mismo pasaje nos lo hace ver más adelante cuando el hijo mayor le hace el reclamo del festín realizado en honor a su hermano menor, entonces si existía una diferencia en el trato del padre con sus hijos, si existía esa preferencia por uno de los dos, situación que ahondaba más en el mal desempeño como padre.

Esta conducta del padre del hijo pródigo nos debe abrir los ojos, nos debe indicar que no es bueno tener un hijo como favorito, es como mandarle un mensaje a los demás hijos y decirles, yo no deseaba su llegada, no quería que nacieran; porque si entendemos que un hijo es una bendición de DIOS, si entendemos que un hijo es el mejor regalo que recibe una pareja, un hogar, cómo más adelante le vamos a decir con nuestra conducta que preferimos a un hijo por encima del otro, eso no es bien presentado y es el origen de muchos males al interior de un hogar, porque el propio padre se encarga de formar un hijo rebelde, caprichoso, y a crear una mala relación entre los hermanos, a que surjan envidias, peleas, que incluso puede llevar a la muerte como CAIN Y ABEL.

Entonces ya hemos visto que el padre tenía un hijo favorito ante quien accedía a todos sus caprichos, ello porque lo prefería por encima del hijo mayor, pero a más de ello tenemos que el hijo mayor le hace el reclamo del trato que ha tenido para con él, a lo cual le manifiesta que siempre ha estado con él y que sus cosas son igualmente suyas, cuántos padres vemos hoy en día así, que la ausencia la llenan con cosas materiales, hoy vemos que los padres ya no tienen tiempo para sus hijos, que es muy poco el tiempo que se comparte con los hijos, que se comparte en familia, el trabajo y el trajín diario nos quita a nuestros hijos, entonces como compensamos eso, pues accediendo a los caprichos de nuestros hijos, comprando cosas materiales, juguetes, nintendos, celulares, computadores, vehículos, en fin, lo que nuestro salario nos permita comprarles, pero dejamos de lado lo más importante, el brindarles amor, afecto, cariño, el hacerlos sentir importante, el hacerlos sentir que son parte esencial de nuestra vida, el darles un brazo, el compartir una tarea, el preguntarle cómo les fue en su estudio, el escucharlos, el contarles un cuento, todo eso lo cambiamos por lo material, y no nos damos cuenta que ello no llena y por el contrario nos aparta día tras día de nuestros hijos.

el hermano del hijo pródigo le hizo ver eso a su padre, que no le bastaba con todas sus cosas, con todo lo material, para él era más importante saberse amado, saberse importante para su padre, pero no ocurría porque primeramente el corazón del padre estaba con el hijo predilecto que se había ido de su casa y había olvidado que la otra parte de su existencia estaba junto a él.

Como dijimos este pasaje es de mucha enseñanza, y hoy abrimos los ojos a los padres, que no debemos dar un trato diferencial a nuestros hijos, por le contrario, debemos llenarlos de amor, de afecto, saber que todos son iguales de importantes, que todos tienen la misma relevancia dentro del hogar, inculcarles el amor entre hermanos, el amor a DIOS; ellos nos enseñan muchas cosas a nosotros, y una de ellas es que en la vida hay pequeños detalles que son más importantes que las cosas materiales que podamos darles, y es un abrazo, un beso, un te quiero, es transmitirle que son nuestra continuación, es compartir unos instantes en el diario vivir pero de calidad, es hacerlos comprender lo valiosos que son para nosotros y no un estorbo en nuestras vidas; de ahí que es un llamado padres a actuar conforme DIOS lo quiere y no crear con nuestro comportamiento situaciones familiares que más tarde se puedan convertir en verdaderos dolores de cabeza.

Padres, somos los llamados a crear el primer ambiente sano para nuestros hijos, por tanto los valores que le inculquemos deben estar basados en el amor, el respeto, la igualdad, entre los miembros que conforman el hogar, porque esas son las bases que van a tener para afrontar a la sociedad que los espera y gran parte de su futuro está en nuestras manos, por tanto, debemos procurar que nuestra labor la desarrollemos de la mejor manera, siempre basados en los preceptos que JESÚS nos transmitió..  

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