lunes, 29 de noviembre de 2010

La Natividad

En esta época la humanidad entera se vuelca a celebrar las festividades de diciembre, enmarcadas por el nacimiento de JESUS, pero me pregunto, realmente estamos celebrando el nacimiento de Nuestro Padre, o nos dejamos contagiar del espirítu capitalista y comercial que ronda por estas fechas, y con ello le hacemos el juego a lo que el mundo comercial nos ofrece a través de todos los medios de comunicación.

Porque conmemorar el nacimiento de JESUS no se limita única y exclusivamente a la elaboración de un pesebre, a sentir un espíritu navideño que nos ronda por estas fechas, a ver la vida de una manera diferente y sentir que vale la pena vivir, todos estos sentimientos los debemos sentir a lo largo del año, y no solamente en una época especial como diciembre, ya que el hombre hoy en día está necesitado de ese aliciente que le permita ver la vida desde otra óptica, la espiritual, y darse cuenta que el mundo que nos rodea no son solamente las cosas materiales que podemos palpar, sino aquellas cosas sobrenaturales que no son percibidas por nuestro sentidos y que realmente nos dan un respiro a nuestra alma, y es en donde se nota la presencia de DIOS.

Entonces, por qué esperar que llegue diciembre para sentirnos mejores personas, para amar a nuestro prójimo, para denotar siempre una sonrisa en nuestro rostro, si ello es lo que ocurre en tu vida, hermano, algo está fallando en tu comunión con DIOS, y por el contrario, te estás dejando arrastrar por el deseo comercial desaforado que reina en el mes de diciembre, en donde se nos vende la idea de invertir nuestro salario para hacer feliz a los que nos rodean y de paso a nosotros mismos; uno observa como a diario se nos impulsa a comprar, porque según el comercio, es la época propicia para estrenar algún vestido, para hacer un regalo, para viajar, en fin para un sin número de cosas que no son importantes ni esenciales en nuestras vidas; y por el contrario, dejan de lado lo que realmente importa que es el acercamiento a DIOS y permitir que more en nuestros corazones.

Te pregunto, hermano, de qué vale todo ese espíritu navideño sin la compañía de NUESTRO AMIGO FIEL, de qué vale todos esos regalos, toda esa ropa nueva, esos arreglos navideños sin reconocer en nuestro interior a nuestro HACEDOR; de qué vale sentir que estoy cerca a DIOS en esta época, si una vez pasan las fiestas decembrinas vuelvo a mi diario vivir y a apartarme de su presencia, de qué vale celebrar el nacimiento de JESUS si me encargo con mi comportamiento de crucificarlo y desconocerlo todo el resto del año.

El nacimiento de JESUS no se debe limitar a un día del año, sino que debe ocurrir todos los días del año, y ocurre cuando una persona decide creerle a DIOS, decide acogerlo en su vida, permite que el Espíritu Santo more en sus corazones, cuando se aparta de lo mundano y retoma la senda de la mano de DIOS, en ese momento se da el verdadero nacimiento de JESUS, porque con ello lo estamos reconociendo y permitiendo que resucite en cada uno de nosotros, y de ahí la importancia y obligación que nos asiste cuando hemos dado ese paso para que JESUS nazca diariamente, en nosotros está la obligación de permitir que otra persona goce de su presencia y con ello permita el nacimiento de JESUS, porque así como la persona nace a una vida espiritual al acercarse a DIOS, igualmente JESUS nace nuevamente en nuestros corazones; ese, hermano mío, es el verdadero nacimiento de DIOS, es, en otras palabras, darle un verdadero sentido cristiano a nuestrs vidas, pues JESUS nos lo prometió, que iba a morar en cada uno de nosotros y a estar en donde hubiese dos (2) o tres (3) reunidos en su nombre, en ese momento es su verdadero nacimiento.

No quiere decir que sea malo celebrar la navidad, adornar nuestros hogares, lo que debemos significar es que esa celebración, ese querer de estar en familia, debe ser una consecuencia de nuestra vida en CRISTO,  y no desplazar lo realmente importante que es la vida con DIOS, si tú por esta época celebras el nacimiento de JESUS, que sea como consecuencia de tu vida cristiana, porque si estás en CRISTO, EL nace en tí todos los días, nace en cada oración, en cada plegaria, en cada petición, en cada agradecimiento, en cada sanación, en cada intersección por tu hermano, en cada ayuno, en fin en todas aquellas conductas que denotas cuando estás con CRISTO; pero si por el contrario, en ti no nace JESUS todos los días y quiere con un día subsanar todo el desapego de DIOS que has tenido durante todo el año, toda tu vida, créelo que no logras nada, y por el contrario va a ser unaexcusa para seguir incurriendo en una conducta totalmente alejada de DIOS.

Por eso querido hermano, no te dejes llevar por el sentimiento que se despierta en esta época, toma tu vida con la misma convicción que las tomado en todo el año, y por el contrario aprovecha para estar más en comunión con DIOS y a través de EL con tu familia, con tus seres queridos, demuestráles cuántos los quieres hablándoles acerca del AMOR que nos profesa nuestro PADRE, el cual no se limita a un día sino a todos los días de nuestras vidas; y si observas que alguien celebra el nacimiento de JESUS motivado por el sentimiento comercial, acercátele y háblale de DIOS e invítalo para que a partir de la celebración de la natividad sea su comienzo, su punto de partida para adoptar a JESUS en su corazón, en su vida, a entregarse a una vida en CRISTO, y así darse cuenta de que JESUS nace en nosotros todos los días del año y no solamene en una fecha en especial.

DIOS TE BENDICE A DIARIO, SU AMOR ES INCONDICIONAL, RETRIBUYELE, EL TE ESPERA ASI TE TARDES TODA UNA VIDA EN RECONOCERLE, EL SIEMPRE TE ESTARA ESPERANDO.

0 comentarios:

Publicar un comentario