domingo, 30 de enero de 2011

ES HORA DE TU ARREPENTIMIENTO

Hoy en día vemos como el hombre se ha acercado más a DIOS, ve la necesidad de contar con esa fuerza espiritual, de llenarse de su espíritu santo, de tener en su interior la fortaleza necesaria para enfrentar los avatares que nuestro diario vivir nos tiene para nosotros, esa necesidad de DIOS es la que nos habla JESÚS cuando en su palabra nos dice, : "Arrepentíos porque el reino de los cielos ha llegado", Mateo 4.17.

Qué nos quería decir JESÚS al referirse que el reino de los cielos había llegado, por qué precisamente en el inicio de su ministerio le habla así a sus discípulos y demás personas que se acercaban a escucharlo, por qué razón les hacía ver que debían arrepentirse ante la llegada inminente del reino de los cielos.

En la época en la que DIOS vino como hombre a la tierra, el hombre estaba ansioso de su llegada, se hablaba mucho de que iba a llegar nuestro salvador, quien iba a derrotar a todos los reyes de la tierra, que iba a armar su propio ejercito y enfrentarse contra todos aquellos que tenían oprimido a su pueblo Israel; hoy en día sabemos que todo ello ocurrió pero no de la manera como lo habían profetizado, sino que la lucha denotada por JESUS fue espiritual, fue interior, guerra que ganó con sobrados méritos.

Entonces JESUS empezó su ministerio invitando a todos sus seguidores a que se arrepintieran de todos sus pecados, y más aquel que considerara que no había pecado debía hacerlo, porque precisamente vino al mundo debido al pecado reinante en la tierra y cansado DIOS de observar como el hombre no adoptaba el camino de la verdad y salvación, ello a pesar de todos los profetas, ministros, pastores que había puesto para indicarle al hombre el camino que debía seguir.

De ahí que envió a su hijo, Nuestro Salvador, por el cual fueron perdonados todos nuestros pecados, aquel que sin necesidad, sufrió todos los vejámenes a los que fue sometido por el propio hombre a quien venía a salvar, fue juzgado por los escribas, fariseos, personas conocedoras de la palabra de DIOS pero que no lo aceptaban como Nuestro Dios.

A todos y en especial a esas personas conocedoras de la palabra, JESUS los invitaba a arrepentirse de sus pecados, porque es necesario que todos nos arrepintamos de los nuestros para ser merecedores del reino de los cielos, porque cuando ello ocurre, DIOS mora en nosotros para llevarnos a una nueva vida, a una vida conforme a su voluntad, tal como lo hizo su hijo amado, una vida de amor, de paz, de misericordia, de humildad, esa es la vida que quiere Nuestro Alfarero para nosotros, y la que debemos seguir en aras de ser merecedores de su misericordia y por ende de su perdón, porque al igual que ayer, hoy en día estamos necesitados de su venida a nuestras vidas.

Y es que el arrepentimiento de nuestros pecados es necesario para aceptar a DIOS en nuestros corazones, un arrpentmiento sincero, en donde hagamos un pacto con DIOS, en donde nos comprometamos a adoptar una vida diferente, a permitir que nuestra vida esté guiada por DIOS a través de su espíritu santo, ello es necesario para que aprendamos a conocer de su obra, a entender las cosas que de EL provienen, a ver con los ojos de nuestro interior y no con nuestros ojos exteriores.


Ese arrepentimiento que debemos tener, es el de la vida que llevamos apartados de DIOS, de ello es lo que debemos arrepentirnos, y someternos a su voluntad, sometimiento que no va a traer para nosotros   consecuencias negativas, sino por el contrario, será para nuestro propio bien, para tener a partir de allí un vida mejor, en la que propendamos a más de nuestro bienestar, del bienestar de todos nuestros hermanos.


Y luego de ese arrepentimiento, de haber efectuado ese pacto con Nuestro Señor, es que somos merecedores del reino de los cielos, el cual se logra con la presencia de DIOS en nuestras vidas, ese es el reino de los cielos de los que nos habla JESÚS en su palabra, de ese gozo que tenemos cuando andamos en sus caminos, porque si ello es así, si hacemos su voluntad, nuestra vida mejora, nuestra vida da un giro de 180 grados dejando atrás ese mundo de aflicciones en el cual nos sumergimos cuando estamos apartados de EL.


Por lo tanto, ese deseo del hombre de buscar de DIOS es la continuación de lo que JESÚS decía a sus discípulos sobre la llegada del reino de lo cielos, y si a ti a llegado ese llamado, esa necesidad de volver al camino de la verdad, no desistas en ello, no pierdas tu impulso, y busca por todos los medios que DIOS tome el control de tu vida y con ello te abra las puertas de su reino, y para ello es necesario que desistas de tu vida pasada y empieces a obrar conforme la voluntad de nuestro padre, la cual solo trae gozo y paz interior en cada uno de nosotros.


Tu eres merecedor de una vida mejor, de una vida llena de gozo y paz interior, de amor, y para ello no es necesario que acudas a psicólogos, a consejeros de pareja, etc., basta con seguir a DIOS y acogerlo en nuestra vida, pues es el único amigo leal que nunca te abandona y siempre está contigo sin importar tu condición. Es hora de que te arrepientas de tu vida anterior y acojas en tu vida el reino de los cielos, está más cerca de lo que tu crees.

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