lunes, 3 de enero de 2011

UN DESEO DE AÑO NUEVO

RECIBIR, GUARDAR Y OBRAR, son tres (3) acciones que nos pide DIOS para hacernos merecedores de su gracia, misericordia y de su unción, y a falta de una de ellas no podríamos tener esa vida nueva que nos promete cuando andamos en sus caminos.

En Deuteronomio capítulo 7 versículos 12,13, DIOS promete  su pueblo: "Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puestos por obra, JEHOVA tu DIOS, guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres. Y te amará , te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres te daría".

El recibir implica ese nuevo giro en nuestras vidas, es el dejar atrás nuestro pasado, esa vida anterior en la actuábamos por nuestras propias fuerzas, sin contar con la ayuda de DIOS, quien a pesar de ello, nunca nos abandona y por el contrario está esperando que renunciemos a nuestra vida anterior para acogernos en su seno, por lo tanto, este primer paso de RECIBIR es demasiado importante, porque con ello estamos cruzando la puerta hacia un nuevo estilo de vida.


El segundo paso que DIOS nos ha dado para ser merecedores de su gracia, es GUARDAR sus estatutos, aspecto de gran valía como quiera que al encontrarnos ya en sus caminos, en esa vida en CRISTO, debemos acoger para nosotros los mandatos que nos ha guardado para esa nueva vida, pues no basta con el solo hecho de aceptar a NUESTRO PADRE en nuestro corazón, en nuestras vidas, sino que debe haber un verdadero compromiso interior de que efectivamente vamos a cumplir con ese pacto, con ese compromiso que adquirimos  con EL, cuando optamos por esa vida eterna en la tierra prometida que es la vida en JESÚS, tierra prometida para todos aquellos que lo dejamos obrar en nuestros corazones.


Por último, nos habla que debemos OBRAR, llevar a cabo su voluntad para ser merecedores de su gracia y misericordia, pues JESÚS nos enseñó ese compromiso de transmitir su palabra y llevarla a todo necesitado de ella, de obrar con forme la voluntad de su padre, que no es otra que la de amarlo y amar a nuestros prójimos, por lo tanto nos invita a llevar a cabo esos preceptos y quien no se queden única y exclusivamente en el papel, sino que los llevemos a buen término, que continuemos con su obra, que todo aquel necesitado de la presencia de DIOS tenga esa oportunidad de conocerlo, así como la tuvimos cada uno de nosotros de los que andamos con sus caminos.


Recuerda que el OBRAR conforme a la voluntad de DIOS no es para agradar al hombre, sino para agradarlo a EL, con quien en últimas adquirimos el compromiso y el pacto de una nueva vida, y para el cual no utilizamos la intervención del hombre, sino que se trató de un pacto 100% espiritual y de comunicación interior, y 0 % carnal, por lo tanto, de nada vale el hecho de que te hayas bautizado y te proclames cristiano sino actúas para agradar a DIOS.


Observemos que  estas tres acciones, RECIBIR, GUARDAR Y OBRAR, son la llave para los frutos, bendiciones que DIOS nos tiene para cada uno de nosotros, nos habla que esa gracia que obtenemos con EL no es gratuita, sino que debemos poner de nuestra parte para ver esos beneficios en cada una de nuestras vidas, los cuales no se encaminan única y exclusivamente en  lo material, sino en esa tranquilidad interior que nos da el hecho de actuar conforma a la voluntad de nuestro padre.


DIOS nos promete que nuestra vida está llena de gozo, de dicha, de frutos, los cuales serán bendecidos por EL, en razón a la obediencia que  guardamos a su voluntad, y prosperados en la tierra que juró dar a nuestros padres, y me pregunto, cuál será esa tierra prometida en la cual fluye leche y miel, que es regada por ríos de agua viva?; pues mis queridos hermanos esa tierra prometida es aquella en la que andamos todos los cristianos que acogemos a JESÚS, y a más de ello actuamos conforme a su voluntad, por lo tanto, la tierra prometida es DIOS, es gozarnos de esa paz interior que EL nos da, es saber que actuamos para agradarlo a EL, que lo hacemos por convencimiento y no porque esperamos algo a cambio, esa es la tierra prometida, la tierra prometida es JESÚS, y si tú andas en ella, sigue por dicho sendero y preocúpate por conservarla.


Hay una frase que muy seguramente todos hemos cantado en épocas de navidad, "año nuevo, vida nueva", ese es mi deseo para cada uno de ustedes, que en este año que comienza realmente adquieras esa vida nueva en JESÚS, por lo tanto, los invito a aferrarse a la promesa que DIOS nos ha dado, y por ende, a RECIBIR, GUARDAR Y OBRAR conforme a su voluntad, es el principio de una nueva vida, una vida en JESÚS, nuestra tierra prometida.

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