"Yo reprendo y castigo a todos los que amo, sé, pues, celoso, y arrepiéntete". Apocalipsis 3.19.
Observamos como en esta palabra DIOS nos da a conocer su amor de padre y de cómo obra en nuestras vidas, pues como lo sabemos somos parte de una sola familia, la familia de la fe, una familia que se conforma por nuestro amor a DIOS, a CRISTO, y que nos da esa condición de ser hijos suyos, y hermanos de JESÚS, por lo tanto conformamos todos una familia en donde nuestro padre en común es DIOS, y al cual debemos rendirle cuentas tal cual como lo hacemos con nuestros padres.
Y es que ese amor de DIOS se asemeja al amor que nuestros padres nos profesan por esa condición de ser hijos suyos, y en donde todo el actuar de ellos está encaminado a no causarle daño a sus hijos, sino a educarlos para ser personas de bien y de provecho para la sociedad que conformamos.
De la misma manera DIOS quiere lo mejor para nosotros, nos habla que nos reprende, lo cual no significa que nos regañe, sino que se trata de una amonestación que nos hace para seguir su voluntad, para actuar conforme sus mandatos, al igual que nuestros padres nos reconvenían cuando hacíamos algo que no estaba bien, entonces DIOS a través de su palabra nos dice cómo debemos vivir, de cómo debemos comportarnos en la adversidad, en la abundancia, en la ira, en soledad, en la alegría, en fin en cada uno de los diferentes estados por los cuales podemos pasar en algún momento de nuestras vidas, entonces ese consejo que nos da, esa reprensión de la cual habla en su palabra, es que acudamos a EL, que todas nuestras cosas se las dejemos a EL, no solamente nuestras cargas, sino en todos las tareas que emprendamos, ellas debemos dejarlas en manos suyas, porque en nuestras propias fuerzas no somos capaces de afrontarlas y salir avantes.
Pero igualmente habla que castiga a todos los que ama, pues precisamente en ello está reflejado el amor de DIOS, en querer para nosotros lo mejor, el querer que seamos mejores personas, que día a día seamos dignos hijos suyos y EL tenga complacencia en nosotros. Pero ese castigo no significa destrucción para sus hijos, en enviarnos tsunamis, terremotos, como mucha gente quiere hacerlo ver, no, eso no es el castigo de DIOS, somos objeto de su castigo del que nos habla es el que nosotros mismos nos provocamos cuando no estamos en sus caminos y no dejamos que obre en cada uno de nosotros, y creemos que DIOS no existe, que solo es un DIOS de desigualdades, que no hace nada por acabar la pobreza, la injusticia, ahí somos objeto de su castigo, pero ese castigo es auto-provocado, no viene de EL, sino que nosotros al no reconocerlo como nuestro guía espiritual, le cerramos la puerta para que tome control en todas nuestras cosas.
Igualmente nos manda a ser celosos y a arrepentirnos, pero no habla de esos celos enfermizos por los cuales pasamos todos cuando estamos sumidos en nuestras inseguridades, y de los cuales debemos desligarnos cuando entramos en los caminos de DIOS; sino de ser celosos como lo hace un celador que cuida un edificio, como es celosa nuestra madre cuando esta pendiente de que hagamos las tareas, de como es celoso nuestro padre de traer la provisión para alimentar a su familia, de esa conducta es la que habla DIOS, y por qué nos dice que seamos celosos?, para que realmente nos arrepintamos de nuestra vida pasada, que la dejemos atrás que no volvamos a retomar ese camino que deambulabamos cuando estábamos apartados de DIOS, de que efectivamente seamos sinceros en nuestro arrepentimiento, que si en mi vida anterior eran muchas las cosas que me separaban de DIOS, realmente las dejemos a un lado, y optemos de una vez por todas seguir ese estilo de vida que nos ofrece JESÚS.
Y como en este mundo estamos, en donde a diario nos sometemos a diferentes pruebas, en donde muy fácilmente podemos caer, para hablar de pocos ejemplos podemos citar que todos los días estamos tentados a hablar de alguien, a dejarnos llevar por la ira, a ser descorteces con nuestros hermanos, a ser groseros con nuestros padres, a no decirles cuánto los queremos, a no denotarles el agradecimiento por todo lo que han hecho por nosotros, en fin, son innumerables las situaciones en las que podemos caer, por no hablar, de la lujuria, fornicación, adulterio, que son nuestros referentes cuando hablamos de pecado, pues existen otras conductas que a diario asumimos y son peores y traen más perjuicio para nuestras vidas.
Entonces decíamos que estamos en este mundo, en donde a diario somos sometidos a pruebas como las que tuvo JESÚS, por ello debemos estar en constante comunión con Nuestro Padre, y pedirle que nos libre de los pecados que a diario cometemos, que nos perdone, y nos limpie, para tener un corazón limpio y ser dignos de EL, si hacemos ésto a diario, esteremos CELANDO para que realmente exista un arrepentimiento en nuestras vidas.
Por lo tanto, te invito a que te arrepientas, que dejes atrás tu vida pasada, que tomes la mejor decisión que puedas tomar y que es seguir a JESÚS, dejar que tome control de todas nuestras cosas y te darás cuenta que tu vida cambiará, verás las mismas cosas por las que estás pasando de una manera diferente, y aquello que considerabas como algo impensable, difícil de realizar, serás el principal testigo de como DIOS abre aquellas puertas para la cual no encontrabas la llave, pues EL es nuestra llave para todas las puertas, las cuales no le son imposibles de abrir pues es el dueño de todo, y solamente está esperando de nosotros nuestra disposición para andar en sus caminos.
Recuerda querido hermano en CRISTO, y en EL todos somos hermanos sin importar el tipo de credo o religión que profesemos, sé celoso con tu vida, y verifica diariamente que la sigues dejando en manos de DIOS, pues es el primer paso para acceder a esa vida que nos ha prometido, una vida de paz.
0 comentarios:
Publicar un comentario