domingo, 24 de abril de 2011

Consumado Es

Fueron estas una de las últimas palabras dichas por Nuestro Maestro cuando se hallaba crucificado ante  la vista de todos los impuros que habían acudido ante el monte del gólgota para presenciar su crucifixión.

Consumado era porque ya había llevado a cabo su labor, la cual le fue encomendada por su Padre, Nuestro Padre, consistente en venir a redimirnos, a ser nuestro cordero, porque a través suyo fuéramos salvados de nuestros pecados, pues en la cruz quedaron cada uno de los pecados de toda la humanidad, de la misma que lo crucificó en su tiempo y la que aun hoy en día lo hace a diario.

Entonces hermanos ha terminado la semana santa, la que dedicamos anualmente para rememorar la vida y en especial la pasión vivida por JESÚS en sus últimos momentos, pero igualmente en este año hemos sido testigos de primera mano de las inclemencias climáticas por las que se ha visto avocada nuestro territorio colombiano, pues no pasa un solo día sin que aparezca en los noticieros del país los destrozos que el invierno ha provocado, dejando desolación en cada una de las poblaciones que se han visto avocadas al fenómeno de las inundaciones.

Nuestra labor como hijos de Dios, como discípulos de JESÚS, no se queda únicamente en seguir su palabra, en realizar cada uno de sus preceptos,en serle fieles y leales a sus enseñanzas, esa férrea decisión de ser verdaderos cristianos se demuestra cuando nuestro hermano se encuentra en  dificultades, se encuentra casi vencido por las circunstancias, debilitado por las inclemencias que en su contra se tejen, es allí cuando requiere de nuestra presencia, de nuestro apoyo, es ahí cuando realmente debemos dejar ver si somos merecedores de esa condición de hijos de DIOS, si somos merecedores de todas las bendiciones y misericordia que nuestro Creador ha tenido con cada uno de nosotros.

Esos hermanos que hoy en día lo han perdido todo, al menos lo material, necesitan de nuestra ayuda, pues ahora que ha cesado la lluvia y todo queda al descubierto, empieza lo difícil, lo escabroso, retomar una vida que se ha visto debilitada, menguada; ahora cuando su corazón se encuentra seriamente afectado por la perdida de sus seres queridos, de sus pertenencias, empieza a cuestionarse el por qué de las cosas, es en ese momento que debe contar con todo nuestro apoyo, pues como lo dijo nuestro padre en el sermón del monte, "Somos la Luz del Mundo, Somos la Sal de la Tierra",  y realmente debemos apersonarnos de esas palabras de Nuestro Profeta y empezar a realizar la labor que nos ha sido encomendada.

Porque es muy fácil decirnos cristianos en las buenas, cuando nada nos duele, cuando todo es color de rosa, cuando decimos que DIOS escucha nuestras oraciones, cuando vemos que andamos por un camino sin ningún obstáculo, pero cuan difícil es demostrar que realmente somos cristianos cuando nuestro hermano necesita de nuestra ayuda, porque a pesar de leer a diario la palabra de DIOS, cuan difícil es cumplirla, llevar a cabo cada uno de los mandatos que JESÚS nos dejó en su paso por la tierra.

No solamente la ayuda es material, pues para ello está el gobierno nacional, las grandes multinacionales, los países vecinos, las ayudas humanitarias que llegan a diario desde el exterior, igualmente se requiere de la ayuda espiritual, ese descanso que hoy en día necesitan nuestros hermanos, esa voz de aliento, esa mano amiga que llega a decirle que no todo está perdido, porque desde que haya vida existe posibilidad de recuperar las cosas materiales, y mucho mas, de retomar el camino de DIOS, porque para todos aquellos que se encuentran superando estas dificultades climáticas es una oportunidad más para acudir al verdadero camino,y si por el contrario ya se encuentra en los caminos de DIOS, continuar firme y no desvanecer por difícil que parezca las situaciones por afrontar.

Esa ayuda espiritual que necesita nuestro hermano la logramos a través de la oración, con una visita; en días pasados me hallaba en mi casa en compañía de mi familia, convaleciente por una cirugía y con un dolor de cabeza insoportable provocado por los efectos de la anestesia que me fue aplicada en la columna, y a mi hogar llegó una pareja de esposos amigos, y en compañía de mi esposa elevaron una oración por mi recuperación, ese dolor lo venía tratando y cada día era peor solamente lo calmaba un poco acostado, y a partir de ese momento desapareció esa dolencia, entonces hermanos, todos los días nosotros necesitamos de que alguien interceda por nosotros, pues como lo dijo nuestro padre, la oración es el camino a través del cual llegamos ante EL.

JESÚS al considerar que su labor la había cumplido conforme la voluntad de su Padre, estando en esos momentos de dolor le hizo saber que todo se había consumado, que había cumplido con su labor; al contrario de nuestro Maestro, nosotros empezamos nuestra labor cuando decidimos acoger nuestras vidas a los designios de DIOS, por lo tanto NO TODO ESTA CONSUMADO, son mucho los corazones que requieren la paz que da DIOS en nuestras vidas, son muchos los corazones que se encuentran en aflicción, por tanto nuestra labor apenas comienza y tu hermano quien se encuentra necesitado de la palabra de salvación, necesita que de una vez por todas asumas la labor que te fue encomendada al aceptar a JESÚS en tu vida, la de ser verdadero discípulo suyo.

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