Cuántos de nosotros nos alegramos porque en nuestro trabajo hacemos la labor encomendada por nuestro Jefe, porque ya hemos cumplido con nuestra misión, y decimos que somos personas útiles, y en ocasiones nos consideramos imprescindibles, pues creemos que más nadie puede hacer la labor que realizamos.
De igual forma acontece en cualquier labor de nuestra vida, siempre ante una tarea queremos desarrollarla lo más rápido posible para desligarnos de ella.
Pero en nuestra comunión con DIOS las cosas son distintas, al respecto JESÚS nos dice:
"..Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos"Lucas 17. 10.
Observemos que JESÚS considera a alguien inútil por cumplir con la labor encomendada, por haber cumplido con la tarea que nos fue entregada. Pero debemos recordar que con DIOS las cosas son sobrenaturales, no son vistas con nuestros ojos de la carne sino con los ojos de nuestra alma, de nuestro corazón, y por tanto nuestra comunión nada tiene que ver con las cosas terrenales.
Por tanto JESÚS nos habla que todos como hijos de DIOS que somos, tenemos una tarea, un propósito, en cada una de nuestras vidas, y es una labor que no debe agotarse nunca, que día tras día debe ser un nuevo empezar.
En primer lugar esa tarea es con nosotros mismos, porque si queremos algún tipo de cambio en las demás personas, debemos empezar por cambiar nosotros mismos, por adoptar ese nuevo estilo de vida en Cristo, por tanto, esa labor no debe desfallecer nunca, esa una tarea de nunca acabar, porque por más llenos del ESPÍRITU SANTO que nos sintamos, por más sabiduría que nos haya sido entregada por DIOS, por más conocimiento que tengamos de su palabra, todos los días aprendemos algo nuevo, todos los días que acudimos a una cita bíblica y por más que la hayamos leído, siempre nos trae una enseñanza nueva, porque DIOS nos guía todos los días de nuestras vidas, y para cada día tiene algo nuevo que decirnos.
De igual forma tenemos otra labor como lo es el de enseñar su palabra, de transmitirla a todo aquél que esté necesitado de ella, y me pregunto, ¿Será que el mundo está necesitado de su palabra?, pues vemos como a diario las personas requieren de una voz de aliento, de una voz amiga, de alguien que les diga que hay un estilo de vida diferente al que normalmente llevamos, una vida nueva en la que nuestros problemas pasan a un segundo plano, en el que afrontamos nuestra vida con la ayuda de un DIOS vivo, quien nos llena de su ESPÍRITU SANTO para llenar ese vacío espiritual en el que andamos todos cuando no estamos en sus caminos.
Por tanto, es grande la labor que tenemos cuando aceptamos a DIOS en nuestros corazones y mientras no cumplamos la labor encomendada, seremos útiles en nuestra nueva vida, porque siempre encontraremos a una persona necesitada de la presencia del ESPÍRITU SANTO, pues grandes son las aflicciones en este mundo y solos no podemos afrontarlas.
Por eso cuando te digan que eres un inútil porque no has cumplido con tu labor, porque a pesar de llevar años en los caminos de CRISTO sigues cometiendo errores, sigues siendo una persona necesitada de la presencia de JESÚS en tu vida; ALÉGRATE, porque eres una persona útil para los designios de DIOS, en últimas, a quien realmente debemos rendirle cuentas por nuestros actos.
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