LAS OFRENDAS

Continuando con nuestro estudio de la ley de Moises, la cual fue dada por Dios, encontramos la ofrenda, en Levítico 2 aparece el aparte dedicado a este mandato de la Ley, en uno de sus escritos aparece:

"Ninguna ofrenda que ofreciereis a JEHOVA será con levadura, porque de ninguna cosa leuda, ni de ninguna miel, se ha de quemar ofrenda para JEHOVA" Levítico capitulo 2.11.

Que nos quiere decir DIOS en esta frase, en este mandato, porque razón mandaba a su pueblo a que no le ofreciere algo que contuviera levadura, porque no quería que tales ofrendas fueran realizadas con falsedad, con mentiras, que realmente se hiciera de corazón, todos sabemos que la levadura hace que los panes se ensanchen, que demuestren una apariencia que en realidad no tienen, pues cuando se usa la levadura para hacer pan, este aparece más grande a nuestros ojos.

Por tal razón, DIOS no quería una ofrenda falsa, una ofrenda que no fuera realizada conforme lo dictaminaba el corazón de quien ofrendaba, lo que buscaba DIOS era que esa ofrenda la realizara su pueblo de un corazón puro, que realmente fuera de su agrado el ofrendar, que ofrendara de lo mejor que tenía, no de lo que sobraba en su casa, no de mentiras, que realmente cuando decidamos ofrendar nuestro corazón a JESUS lo hagamos porque estamos plenamente comprometidos en arrepentimiento, porque realmente queremos dejar atrás nuestras vidas, porque queremos darle un vuelco total al estilo de vida que llevamos y darle un nuevo y verdadero sentido a nuestras existencias, ese es el corazón puro que nos demanda DIOS cuando nos pide ofrendar sin leudo.

Pero qué es leudo, es aquello que se utiliza para fermentar la harina, en otras palabras para dañarla, porque de una herina fermentada no se puede hacer pan, cierto?, entonces nos manda que no dejemos que esa falsedad, que ese sentimiento aváro more en nuestros corazones, por ello nos pide que nos despojemos de todo aquello que nos impide llegar a él, que cuando ofrendamos nuestro corazón sea de una manera sincera, porque si dejamos que un poco de leudo, falsedad, inquinidad, resquemor, etc. entren a nuestros corazones, va a dañar lo mucho o poco que hayamos hecho en nuestra ofrenda a DIOS, por ello cuando decidimos acudir ante sus pies, lo debemos hacer porque estamos convencidos que esa es la vida que queremos y realmente nos vamos a apartar de todo aquello que puede dañar nuestro corazón, entonces ese leudo que nos pide que no le echemos a la harina, no debemos dejarlo entrar a nuestros corazones, y como se que es una decisión difícil, en nosotros está que no se dañe esa ofrenda que le hacemos a DIOS, que ese corazón siga puro, porque ello es grato ante sus ojos, porque recordemos, DIOS no mira nuestras vestiduras, nuestro aspecto físico, EL se fija en cada uno de nuestros corazones y realmente se da cuenta si hay sinceridad en nuestro interior, o si por el contrario, estamos con EL por pura conveniencia y no nos entregamos de lleno a EL, de ahí que no debemos dar paso a que se nos vaya a dañar nuestra ofrenda y ante cualquier debilidad, tentación, sin importar cual fuere, acuda ante EL, pídale en oración que siempre nos escucha, para que nos fortalezcamos en su palabra, porque solamente a través de ella está el verdadero camino que debemos seguir.

Te invito que si haz decidido acudir ante DIOS, que si andas en sus caminos, lo hayas hecho por amor a EL, porque es lo que realmente nace en tu corazón, y si no ha sido así, te invito a que te arrepientas, porque nunca es tarde para llegar a sus caminos, EL nos está esperando y necesita de esa ofrenda pura que nace de nuestros corazones ajenos a cualquier sentimiento de odio, envidia, rumor, y cualquier otra situación que pueda dañar esa comunión con DIOS, no dejemos que ese leudo entré a nuestros corazones y se vaya a fermentar como ocurre con la harina, y por el contrario ese ofrecimiento sea de olor grato ante su presencia.